El mirar televisión es uno de los pasatiempos más importantes y de mayor influencia en la vida de niños y adolescentes. Los niños en los Estados Unidos miran la televisión durante un promedio de tres a cuatro horas al día. Cuando se gradúan de la escuela secundaria habrán pasado más tiempo mirando televisión que en el salón de clase. Mientras la televisión puede entretener, informar y servirle de compañía a los niños, también puede influenciarlos de manera indeseable.

El tiempo que se pasa frente al televisor es tiempo que se le resta a actividades importantes, tales como la lectura, el trabajo escolar, el juego, la interacción con la familia y el desarrollo social. Los niños también pueden aprender cosas en la televisión que son inapropiadas o incorrectas. Muchas veces no saben diferenciar entre la fantasía presentada en la televisión y la realidad. Están bajo la influencia de miles de anuncios comerciales que ven al año, muchos de los cuales son de bebidas alcohólicas, comidas malsanas, comidas de preparación rápida y juguetes. Los niños que miran demasiada televisión están en mayor riesgo de:
  • Sacar malas notas en la escuela.
  • Leer menos libros.
  • Hacer menos ejercicio.
  • Tener sobrepeso.
La violencia, la sexualidad, los estereotipos de raza y de género y el abuso de drogas y alcohol son temas comunes en los programas de televisión. Los niños jóvenes son impresionables y pueden asumir que lo que ellos ven en televisión es lo normal, seguro y aceptable. Por consecuencia, la televisión también expone a los niños a tipos de comportamiento y acititudes que pueden ser abrumadores y difíciles de comprender.

Los padres deben de asegurarse que sus hijos tengan experiencias positivas con la televisión. Los padres pueden ayudar:
  • Mirando los programas con los hijos.
  • Escogiendo programas apropiados para el nivel de desarrollo del niño.
  • Poniendo límites a la cantidad de tiempo que pasan ante la televisión (a diario y por semana).
  • Apagando la televisión durante las horas de las comidas en familia y del tiempo de estudio.
  • Apagando los programas que no les parezcan apropiados para su niño.